Hemos jugado a entretener las manos con cuentas de colores para no echar de menos las palabras. Pero los colgantes vintage no le quedan bien a tu escote y yo nunca he sabido coser flores en los bajos de las libretas. Te reencuentro entre las instrucciones de la lavadora, evitando ascensores, escalando áticos sin hipotecas. He visto tus postales queriendo ser París como mis fotos buscaban reflejar sus calles. Sigues saltando tres meses por delante de mis engranajes.
Escrito por La Oruga a las 16 de Noviembre 2011 a las 08:32 PM