Alicia escribe (siéntate, respira, basta).
La artesanía tiene la virtud de ahuyentar las palabras entre pegamento y cintas de colores.
La mecanización logra el milagro de la rutina: el silencio.
Intento ponerme plazos, ahuyentar a los espíritus, preparar bien el té.
A vueltas con el té.
Leo "El libro del Té", veo "Rikyu", me emborracho en la espuma del jade líquido.
Camino a tientas por el delgado filo del mito: hay un tanto del todo que existe en mí por puro instinto... o tal vez sea el camino recorrido (fin del mito).
Adentrarse en el teísmo (tao, zen) como forma de vida. El silencio. Las flores. Nunca pensé que podría ser un maestro del té. Hasta que hoy. Me nombraste.