Perder el tiempo de esta forma... impunemente.
Sobrepasada o ausente, con estas espinas de Berlín este clavadas en la garganta.
Pienso en los próximos 15 años, en las celdas, el sol, los barracones frigorífico y aquella otra garganta que susurraba inerte: cerrad la puerta, cerrad la puerta.