Lo que más deseo es ser admirada. No por todos, sólo por algunos. Bastantes. Los suficientes. Mi autoestima sube y baja según los "likes" de facebook o según el gráfico del recuento de palabras. Las horas pasan como moscas entre telas de araña. Hay quien lo logra. Yo no, no tengo lo que hay que tener. Les felicito, les admiro. Y me asomo al abismo. Allí, al otro lado del espejo, el mundo se ha hecho tan grande que da vértigo. Aquí, sólo hay vanidad.
Escrito por La Oruga a las 30 de Noviembre 2016 a las 03:47 PM