A veces, ocurren estas cosas: la rueda gira: arriba, abajo, arriba, abajo.
Y siento que el universo conoce la justicia... y la magia.
La ansiedad se parece a un infarto: disminuye de golpe la afluencia de oxígeno al corazón.
Hay un gato muerto, boqueando en el suelo de la terraza, que se levanta para que lo acaricie. Se acerca a la puerta de cristal y maúlla, pero no puedo oírlo. Hay demasiado ruido dentro o demasiado viento fuera. Y sé que no he cumplido mis promesas, y que deberían ser tres los que reclamasen ante mi ventana, pero sólo hay un gato naranja maullando en la terraza, boqueando en el vacío, purgando mis pecados.
Circular en hora punta como un auriga. Forzar la cuadriga, adelantar por la derecha, juzgar por la escudería, golpear con siete lenguas. Pisa el acelerador, joven miliario, el laurel te espera.
Alicia escribe (siéntate, respira, basta).
La artesanía tiene la virtud de ahuyentar las palabras entre pegamento y cintas de colores.
La mecanización logra el milagro de la rutina: el silencio.
Intento ponerme plazos, ahuyentar a los espíritus, preparar bien el té.
A vueltas con el té.
Leo "El libro del Té", veo "Rikyu", me emborracho en la espuma del jade líquido.
Camino a tientas por el delgado filo del mito: hay un tanto del todo que existe en mí por puro instinto... o tal vez sea el camino recorrido (fin del mito).
Adentrarse en el teísmo (tao, zen) como forma de vida. El silencio. Las flores. Nunca pensé que podría ser un maestro del té. Hasta que hoy. Me nombraste.
"I used to think I was the strangest person in the world but then I thought there are so many people in the world, there must be someone just like me who feels bizarre and flawed in the same ways I do. I would imagine her, and imagine that she must be out there thinking of me too. Well, I hope that if you are out there and read this and know that, yes, it's true I'm here, and I'm just as strange as you."
― Frida Kahlo
Algo que un hombre debe hacer: escribir un libro para despedirse de los muertos.
Hacer (todas las mañanas) y deshacer (todas las noches) la cama, instaurar el orden, provocar el caos, despertar como quien crea el universo.